Muestra

Fragmento del capítulo 3


Estableciendo objetivos


En el primer módulo o capítulo leíamos sobre la importancia de establecer de forma clara nuestras prioridades, y acabábamos poniendo nuestros sueños para cada una de ellas. Ahora ha llegado el momento de que esos sueños (u otros) se conviertan en objetivos.

¡Vamos a por ello!

Si ya tienes elaborada tu lista de prioridades y sueños, ahora vamos a convertir cada uno de ellos en un verdadero propósito. Vamos a coger cada una de nuestras áreas, y vamos a escribir junto a nuestro sueño, por qué queremos conseguirlo, cual es nuestra motivación, vamos a darle un sentido claro e inteligible, más allá de las sensaciones, a cada uno de nuestros sueños. En cuanto un sueño se cubre de motivo, de propósito, se puede convertir en un objetivo, y entonces ya podemos empezar a planificar en torno a lograrlo. En otras ocasiones, nuestros sueños nos parecen demasiado grandes, no pasa nada, vamos a establecer un objetivo más pequeño, y poco a poco iremos creyendo en nuestro sueño a medida que logremos otros objetivos.

En este momento tenemos que ser conscientes de lo que realmente queremos y atrevernos a expresarlo por escrito, al fin y al cabo, esto es solo para nosotras, para centrarnos y lograr la vida que deseamos.

Pongo algunos ejemplos de objetivos con propósito:

1.     Mi objetivo es ayudar a mis hijos a lograr sus sueños, porque deseo que tengan vidas felices, sin límites creativos, que se sientan capaces, independientes, valorados y queridos.

2.     Mi objetivo es cuidar de mi cuerpo y mejorar mi salud para pasar los años que me quedan en las mejores condiciones físicas y mentales, pudiendo mantener una vida independiente y lúcida hasta el día de mi muerte.

3.     Mi objetivo es generar x ingresos al año solo trabajando online, ya que deseo proveer a mi familia de una vida confortable, y al mismo tiempo estar con ellos la mayor parte del tiempo posible.

Ahora que ya estás definiendo objetivos, puedes ir más allá y dedicar unos momentos a generar la visión de como te ves dentro de unos años. ¿Cómo te ves? ¿Te imaginas y ves con tu objetivo cumplido? ¿Cómo te sientes al imaginarte con todo logrado? ¿Y si te imaginas dentro de un año? ¿Puedes imaginarte con todo logrado? ¿Solo en parte? ¿Qué crees que te limita para conseguir lo que quieres? ¿Es el tiempo? ¿Te ves capaz de establecer distintos objetivos en una misma área para dentro de un año, de tres, de diez y de veinte?

Enfócate en esa visión de tener todo logrado, da igual si es en un año, en diez o en veinte. Solo concéntrate en como te sientes y ves en esa visión, y escríbela, describiendo al máximo los detalles de cómo te ves. Pero escríbelo todo usando el tiempo presente, como si fuera ahora.

Por ejemplo, voy a usar mi área de los hijos de nuevo y podría poner:

“Me siento extremadamente feliz cada vez que pienso en cada uno de mis tres hijos, constantemente me ofrecen motivos de alegría y felicidad. No importa en qué lugar del mundo se encuentren, ya sea que estén viajando por todos los Continentes o descansando junto a nosotros, siempre llaman, me cuentan sus novedades, y comparten sus avances. Cuando nos juntamos es motivo de alegría compartida para todos. Nuestra relación es fluida y cariñosa, llena de respeto y de amor. Sus parejas son personas maravillosas y extraordinarias a las que quiero muchísimo, y estoy muy agradecida porque formen parte de la vida de cada uno de ellos, y de la mía. Ver a mis hijos dedicándose a lo que quieren, contentos, llevando vidas significativas y felices es para mí el mayor motivo de alegría y agradecimiento que tengo a diario. Amo a mis hijos tanto o más que a lo largo de toda su infancia y adolescencia, porque con cada día que ha pasado el respeto y admiración que tengo por cada uno de ellos solo ha ido creciendo. Estoy orgullosa de haberles apoyado siempre para que descubrieran sus auténticas pasiones y lograran todas sus metas.”

Ahora que ya tenemos una visión para leer a diario, y para meditar, visualizar y ponerle emoción, debemos regresar a nuestra realidad actual, para ver desde donde partimos, y qué deberemos cambiar para lograr que esta visión y todas nuestras mejores expectativas se conviertan en realidad en cada una de las áreas de nuestra vida.

Debajo de cada área de tu vida has de poner una nueva lista:

“Ahora mismo…” y debajo de ella ir listando tu situación real actual.

Por ejemplo, si nos dedicamos al área de la salud puede que tu lista actual ponga:

·        Cuido poco lo que como, ya que suelo ir con prisas.

·        Como pocos productos crudos y frescos.

·        Descanso menos de lo que necesito.

·        Me acuesto demasiado tarde.

·        Hago ejercicio dos días a la semana, corriendo alrededor de un parque durante 20 minutos.

·        Bebo poca agua.

Por fin tenemos el cuadro completo. Sabes cuales son tus prioridades, a donde te gustaría llegar y desde donde partes exactamente. Ahora viene lo divertido, cuando realmente defines tus objetivos paso a paso, desglosando cada uno de ellos en varias metas que te van a ayudar a lograrlo, a llegar a tu visión, a convertirla en realidad.

Siendo sincera contigo misma, revisando tu lista de tu realidad actual en cada área, y con la visión de a donde quieres llegar en mente. ¿Qué cosas crees que podrías modificar en tu día a día? ¿Con qué cosas crees que te podrías comprometer para lograr acercarte a tu objetivo?

Cada día, o cada semana deberías intentar contestar a la pregunta “¿Qué puedo hacer esta semana (o a diario, u hoy) que me ayude a estar mas cerca de…?

Y a partir de aquí puedes establecer una lista de actividades y acciones concretas que puedes hacer para ir hacia ello.

Empieza a elaborar tus listas de acciones concretas para cada área, porque en el siguiente capítulo vamos a ver como crear planes concretos y como mantenernos enfocadas para llevarlos a cabo y ser consecuentes con las metas y el objetivo que nos hemos marcado.